¿La cultura empresarial? Inclusiva, gracias

No, no es una moda ni nos tenemos que poner al día solo porque se vea reflejado en el quinto de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) marcados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. La cultura empresarial inclusiva debería ser habitual, porque implica alinear los valores de nuestra agencia de marketing y publicidad a derechos humanos básicos como son la igualdad de género o los derechos laborales equitativos.

Pero la realidad es otra, en la UE el porcentaje de mujeres líderes es solamente del 28% (según datos de CoachHub), y tenemos varios retos por delante si queremos conseguir que nuestras agencias sean más justas y sostenibles. Sabemos que las agencias de publicidad se enmarcan en un sector comúnmente liderado por mujeres. Sin embargo, ¿ocupan realmente puestos de mando o más bien coordinan y cargan con la estrategia global de la empresa sin recibir el reconocimiento real por el trabajo que realizan? En España, el 58% de personas licenciadas en Publicidad y RRPP son mujeres. Aun así, solo un 14% de ellas llega al estadio de directoras creativas.

Entonces, si queremos más inclusión, ¿por dónde empezamos?

  1. Crear empresas más humanas.

En pleno siglo XXI (todavía pandémico), necesitamos que en cualquier agencia de publicidad las personas sean lo más importante para determinar la sostenibilidad de la empresa en el tiempo. Asimismo, necesitamos que los recursos humanos vengan marcados precisamente por la cualidad que los define: la humanidad. Antes que trabajadores/as somos seres sensibles con sentimientos, problemas y capacidades.

Aprovechemos aquellas características que nos hacen únicas para conseguir que los retos empresariales lleguen a los objetivos marcados. Anteponiendo siempre a las personas nos aseguramos una plantilla feliz que trabaje con mayor eficiencia y honestidad.

  1. No dejar a nadie atrás

Ni la edad, ni la formación, ni por supuesto el género han de suponer barreras en la oficina. Todo lo contrario. Si entendemos que todas las personas que trabajan tienen puntos más fuertes y otros más débiles y nos complementamos, aprendiendo lo que no sabemos de quienes llegan después o estaban previamente, nos encontraremos con una agradable sorpresa. Seremos un equipo cohesionado, con más capacidad de resolución de problemas y sobre todo: más unido.

Nadie es mejor ni más que nadie, somos diferentes y con cualidades muy diversas. Adiós a la competitividad para pisar y a los malos rollos para recibir palmaditas en la espalda. Que lo que recibamos sean elogios por habernos ayudado hasta cuando hemos cometido un error garrafal ante un cliente o situación. Porque, atención: lo cometeremos.

  1. Educación horizontal

Para cambiar la cultura de una empresa es fundamental dotar a las personas empleadas de las herramientas necesarias. Todo el personal debería recibir una formación sobre diversidad e inclusión para empezar a eliminar antiguas creencias y desaprender aquello que nos está bloqueando para seguir adelante de la mano. El objetivo principal de este tipo de cursos es asegurarse de que el equipo entiende que todo el mundo tiene voz y es escuchado. Es muy importante que se perciba un clima seguro en la agencia en la que se tienen en cuenta todas las opiniones con el valor y el respeto necesarios.

  1. Huir de prejuicios de género y desigualdades

El ser humano aprende por imitación, lo sabemos bien quienes tenemos peques en la familia. Por eso, es esencial que los y las líderes de la agencia den ejemplo al resto de la plantilla eliminando del trabajo cualquier prejuicio de género o desigualdad que se pueda generar en el seno de la empresa.

Hay estudios que demuestran que la desigualdad de género se debe a prejuicios, no a diferencias de comportamiento. Si tenemos esta observación en cuenta, las mujeres, por ejemplo, pueden estar actuando de forma idéntica a los hombres, pero se les trata de manera diferente. Ser más conscientes de cómo tratamos a las personas y desde qué óptica miramos su comportamiento nos ayudará a ir eliminando los prejuicios que nos acechan cada día. Podemos acabar con ellos.

  1. Crear espacios de escucha activa

Es fundamental crear momentos en los que cada persona pueda compartir cómo se siente y qué está experimentando para que podamos saber qué necesita.

En este sentido pueden ayudar mucho las encuestas de personal, las reuniones 1:1 e incluso las jornadas de team building en las que podemos relajarnos y compartir, porque muy a menudo son las experiencias personales las que arrojan más luz sobre dónde se encuentran los problemas.

 

La cultura de una agencia de publicidad lo dice todo sobre sus valores. Por ello, será muy importante empezar haciéndonos preguntas que cuestionen la base sobre la que la cimentamos:

  • ¿Da la empresa igualdad de oportunidades a toda la plantilla?
  • ¿Qué cualidades, géneros y edades representan las personas empleadas?

Las agencias de éxito analizan detenidamente su cultura empresarial identificando lo que pueden hacer para proporcionar un mejor entorno de trabajo a sus trabajadores/as e implementar acciones que ayuden a mejorar la inclusión. Incluso algunas disponen de un comité de personas apasionadas que garantizan que en su empresa todos los perfiles sean bienvenidos y tengan las mismas oportunidades.

 

 

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Xus Bernabeu

Especializada en marketing digital con predilección por aquellas marcas que apuestan por transformar su entorno y conocer a su público a través de estrategias digitales.

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