Marketing digital y estrategias picantes para marcas

Que en marketing digital la estrategia lo es todo es algo que no nos cansamos de repetir. Pero ¿qué tiene cabida dentro de una planificación de este tipo? ¿Vale todo para tratar de convertir leads en compras? ¿También apostar a lo sexy?

Lo cierto es que no todos los productos parecen prestarse a la apuesta por lo picante. Según qué juegos de palabras, una campaña puede caer en gracia o arruinar una reputación. Con lo que tiene relación con la intimidad y la sexualidad, este riesgo se multiplica.

Lo sexy en marketing y publicidad

En los últimos años hemos visto campañas de lo más sexy de la mano de productos relacionados con momentos íntimos. Juguetes para adultos y redes sociales de contactos han llegado al social media para, sin tapujos, jugar a conquistar desde la pantalla.

Se ha apostado por lo sexy, sí, pero desde un prisma radicalmente nuevo, poco relacionado con lo explícito y basado en la personalidad del entorno digital. Afortunadamente, seducir sin necesidad de recurrir a lo de siempre (imágenes cargadas de sexualidad y estereotipos de género gratuitos) es posible.

La realidad post pandémica

Debemos enfrentarnos, sin embargo, a la vuelta a una publicidad mucho más básica (en cuanto a los instintos apelados). Probablemente estemos ante una consecuencia más de la situación de crisis sanitaria.

La distancia social ha supuesto, para muchos, la ausencia de tacto y sensaciones con otras personas. En este sentido, las campañas protagonizadas por personas tocándose, besándose… están volviendo con fuerza y generando la tan ansiada conversación.

Sin embargo, el compromiso social asumido para detener la expansión del virus genera también la conversación en sentido contrario. Muchos piensan que es tiempo de valorar otras cosas, aunque se eche de menos el contacto.

Ambas posiciones toman fuerza y generan visibilidad, pero la posibilidad de una crisis reputacional planea si se recurren a fórmulas de otras décadas.

Marketing digital, estrategia y sensaciones

Provocar respuestas de atracción sin enseñar carne es todo un arte en el que converge el trabajo de un equipo multidisciplinar. Para conseguir un look and feel perfecto, diseño gráfico y web y copywriting deben trabajar en equipo.

El look & feel no es otra cosa que la capacidad de una web de despertar sensaciones que atraigan, resaltando la personalidad de la marca. Se basa no solo en su aspecto, sino también en su usabilidad.

La capacidad de movimiento, los emergentes, desplegables, colores y tipografía, así como la cuidadosa selección de imágenes y logo, experiencia de usuario… Todo suma (y por tanto, puede restar).

A través de un look and feel trabajado, hasta el producto más anodino puede resultar apetecible a ojos del visitante. Os contamos cuáles suelen ser las claves de un entorno digital que atrae y seduce.

Marketing digital y estrategias de seducción

El look and feel tiene mucho que ver con el branding y con la atención al detalle. Se trata quizá de la fase más creativa en el desarrollo de una estrategia de reconocimiento de marca.

Para poderla desarrollar debemos ajustar todas las decisiones a una máxima: ¿cómo queremos que se sienta el potencial cliente en nuestro entorno digital? ¿Relajado? ¿Estimulado? ¿Entretenido? Ahora pensemos: ¿queremos transmitir sencillez, sofisticación, estar a la última o apostar a la tradición?

Habrá que conjugar todo esto con los valores de la marca, el propósito y la misión. Una lluvia semántica será una herramienta valiosa en esta parte del desarrollo de la estrategia: ¿Qué palabras o conceptos aúnan todo lo que estamos buscando?

Cuando se obtengan esas pocas palabras, que se convertirán en pilares del mensaje, habrá que trasladarlas a imágenes, colores, claims y contenidos.

Si las decisiones creativas se toman desde el conocimiento que proporciona el dato, y se emplea la empatía como criba para seleccionar ideas, la estrategia funcionará. 

Lo sexy y el marketing digital

Una vez descubierto lo que realmente “pone” más a un potencial cliente, se puede revisar la intención de utilizar el sexo o la sexualidad como reclamo. Si aún se estima que es una buena elección, habrá que centrarse en evitar aquello que apagaría la campaña más ardiente:

  • Estamos en el siglo XXI, así que hay que olvidar los estereotipos de género. Abrazar la diversidad. Construir mensajes sexis e inclusivos. Respetar a las minorías dándoles visibilidad.
  • Los paradigmas estéticos son tantos como personas hay en el mundo, ¿por qué recurrir entonces a ideales de belleza difíciles de conseguir?
  • Si existe alguna duda sobre si el mensaje es sexy o justo lo contrario, mejor desechar la idea.

¿Te ha quedado alguna duda sobre lo que el marketing digital y la estrategia en redes sociales pueden conseguir de cara a resaltar el sex appeal de una marca? ¿Incluso cuando se huye de lo obvio? Te invitamos a que le eches un vistazo a nuestro portfolio. Pero cuidado. Te puedes quemar.

Clara Nieva

Especialista en planificación estratégica y gestión de canales digitales. Amante de la medición, porque aprovechar las oportunidades que ofrece el entorno digital es un reto y una obligación para las marcas y empresas.

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